MANIFIESTO
ANTICOMERCIAL
Vivimos
tiempos en los que la ofensiva capitalista hace que la lógica del
dinero impregne hasta el último rincón de la sociedad, corrompiendo
incluso la creatividad y mercantilizando sin miramientos expresiones
culturales como la música. La SGAE o Los 40 Principales son ya
extremos dentro de un amplio espectro empresarial y putrefacto donde
lo que importa ante todo es la rentabilización de productos en forma
de canciones, conciertos o un sinfín de inventos que permitan
lucrarse. Pero no solo están las grandes discográficas y festivales
patrocinados por multinacionales. También hay quien, hábilmente,
sabe ocultarse detrás de una careta alternativa o revolucionaria
mientras en definitiva persigue los mismos objetivos que los
primeros. Así, cada vez es más habitual que, por una parte, en
recintos combativos se sigan dinámicas culturales que imitan las
formas de ocio capitalistas y, por la otra, que la cultura popular
esté monopolizada por formaciones musicales que emiten mensajes y
poses anticapitalistas a cambio de miles de euros y con actitudes
inadmisibles que guardan en sus camerinos. Apostamos por la mayor
adecuación posible entre mensaje y música, así como en el
comportamiento de lx/s músicx/s en otros aspectos, y exponemos lo
siguiente:
1-Nuestra
formación musical entiende y practica la música como medio de
satisfacer uno o varios de los siguientes propósitos: ocio,
diversión, aprendizaje, experimentación, formación,
autorrealización, difusión de ideas o culturas, provocación o
lucha.
2-
Asimismo, rechazamos el ánimo de lucro como objetivo de nuestra
formación musical.
3-
Reconocemos la música y la cultura como medios lícitos para ganarse
la vida pero nunca a costa del esfuerzo y trabajo desinteresado de
colectivos y personas o en recintos populares o combativos.
4-
Rechazamos tajantemente el uso de actitudes combativas o de los
circuitos alternativos y anticomerciales como trampolín para un
posible y futuro reenfoque comercial de la actividad musical gracias
a la posición alcanzada apoyándose en dichos mecanismos.
Igualmente, consideramos reprobable que unx/s músicx/s emita/n
mensajes revolucionarios, anticapitalistas, etc. cuando la gestión
que hace de su actividad musical va más acorde con aquello a lo que
critica, usando en definitiva dichos mensajes como modo de lucro y
fama.
5-
No buscar expresamente el dinero no es sinónimo de asumir pérdidas
económicas. Siempre respetando lo que en cada caso y circunstancia
pacten ambas partes, a priori vemos como mínimos exigibles que la
organización de un evento se haga cargo de los gastos de
desplazamiento de la formación musical, así como de facilitar el
alojamiento si es preciso y, ya más como un gesto amistoso y
acostumbrado, invitar a algo de comer y beber.
6-
Consideramos que, una vez cubiertos los gastos de todas las partes,
los posibles beneficios de un evento deben también repartirse, de
una forma equitativa y atendiendo a la carga de trabajo invertida,
entre organización y formaciones musicales, pudiendo así también
estas últimas autogestionar su actividad (renovación y ampliación
de material, futuras grabaciones, etc.). De la misma forma, vemos
injusto exigir dinero, más allá de los gastos, a la organización
de un evento que no ha logrado beneficios.
7-
Que un grupo sea coherente con su mensaje anticapitalista o que se
comprometa con distintas luchas o colectivos no son motivos para que
sea tratado con menos respeto, sino al revés. En ocasiones, el
desconocimiento acerca de cómo funcionan los eventos musicales por
parte de la organización o de la propia formación, o las ansias de
sacar el mayor provecho económico, hacen que haya predisposición a
ofrecer todo lo que una banda/músicx conocidx exija, y a la par a
aprovecharse de la banda/músicx comprometidx porque supone menos
coste que otrxs. Compromiso o esfuerzo no se traducen en tratar de
forma desigual a esx/s músicx/s, ni que sea un recurso prescindible
o en última instancia. Denunciamos que, también en espacios
combativos, las formaciones musicales son consideradas principalmente
desde la perspectiva de su potencial económico, desde la capacidad
que tiene de generar beneficios para la organización o de atraer
masas, anteponiéndolo a la riqueza cultural, musical, personal etc.
de dicha formación.
8-
La coyuntura actual hace muy complicado combinar satisfactoriamente
la lógica anticapitalista con resultados musicales de calidad
(material, grabación, distribución, etc.). Aun teniendo en cuenta
esto, hacemos una apuesta clara por la autogestión en la medida en
que sea factible y viable para la formación musical y optamos por el
apoyo mutuo con el circuito anticomercial.
9-
No es racional ni ético que una banda por tocar aproximadamente una
hora obtenga un beneficio mucho mayor que una organización que ha
gestionado el evento y trabajado durante días o semanas. Tampoco es
justo que se vea la actuación de unx/s músicx/s como algo aislado y
no se valore el trabajo e inversión que tiene detrás (gastos de
material, ensayos, etc.). Cada músicx es libre de elegir la
inversión económica que hace en su actividad cultural y si esta se
considera amortizada con los resultados musicales, de
autorrealización, etc, pero consideramos que, si así lo desea,
tiene derecho a poder al menos cubrir lo invertido económicamente.
10-Nos
oponemos a las barreras económicas en materia cultural y defendemos
la música como algo accesible para todxs. Es por eso que permitimos
–en incluso animamos- la libre difusión, reproducción y edición
de los contenidos musicales o intelectuales, ya que supone un
enriquecimiento mutuo, eso sí intentando respetar la referencia.
http://manifiestoanticomercial.wordpress.com/
PRÓXIMOS CONCIERTOS
2014
10 Enero Viernes. Bergara. Gaztetxe.
Junto a Trigger travis
11 Enero. Sábado. EH. TBC